viernes, 30 de marzo de 2018

#8M Queremos derechos, no flores




A partir de 2018, el 8 de marzo ha dejado de ser el día de regalar flores a las mujeres, desde este año es el día de la reivindicación y la lucha de todas nosotras por conseguir nuestros derechos, el día en que dijimos de manera global: ‘Basta’.
  La gratitud por el reconocimiento de nuestras abnegadas vidas fue arrastrada por la marea de millones de mujeres en todo el mundo rechazando la violencia del patriarcado y su explotación. Superando con creces la convocatoria del  año anterior, la marea feminista se desbordó e hizo huelga señalando con el dedo a los partidos políticos  que se alimentan de la violencia y la opresión patriarcal, la inseguridad y el racismo, el autoritarismo y la jerarquía para someter a las mujeres en todo el mundo. Donde las políticas neoliberales de la derecha gobiernan, se han intensificado y acelerado la precariedad y el empobrecimiento de millones de hombres y mujeres.
  El éxito de la huelga del 8 de marzo debemos medirlo  en la capacidad para crear un espacio para una politización que parte de las mujeres porque la lucha debe ser diaria y en todos los ámbitos. Es imposible retroceder. Ya no es solo una cuestión de reconocer el carácter excepcional de la convocatoria, sino que se ha de trazar  la forma por la cual este proceso de politización se debe establecer en el mundo. Después del 8 de marzo, podemos decir que el movimiento feminista puede convertirse en una fuerza mundial capaz de oponerse al patriarcado y al neoliberalismo a todos los niveles. Desde lo local a lo global.
Para hacer un balance del éxito, debemos registrar primero las capacidades expansivas de este movimiento global, confirmando la máxima intensidad insubordinación contra el neoliberalismo en el espacio en  que nos encontramos y, al mismo tiempo, vemos su ampliación a nuevos lugares y a diferentes realidades, manifestándose así con diferentes intensidades y  de distintas formas. 

La violenta represión sufrida por miles de hombres y mujeres que llenaron la plaza en Estambul confirmó la capacidad de expresar, desde el rechazo a la violencia contra las mujeres, la oposición al autoritarismo más aguda como la de Erdogan, que se manifiesta por Turquía.
La movilización de trabajadoras domésticas filipinas en Hong Kong mostró claramente el vínculo indisoluble entre la violencia patriarcal, la domesticación y la explotación del trabajo migratorio y el racismo.
 Las combatientes kurdas se unieron al grito ¡ No menos! - muestra una vez más que la resistencia feminista y kurda en el frente de Afrin es un hecho de importancia global.
   China  por primera vez se unió a la ola feminista, la propagación de las quejas acompañadas de ' hashtag’ #woyeshi  (#metoo) provocó protestas inesperadas de la calle, siendo capaz de romper las barreras de la censura del gobierno y de poner en marcha un primer inesperada oposición a la reforma constitucional recientemente aprobada.
  En Brasil, pocos días después del 8 de marzo, cientos de miles de mujeres y hombres tomaron las calles para reclamar justicia después de la ejecución brutal a la luz de Marielle Franco , cuya militancia feminista ha sido parte de la lucha por justicia en las favelas .
 En Argentina la huelga se ha fortalecido en las movilizaciones de los últimos meses contra la reforma de las pensiones y las políticas de expropiación y privatización del gobierno de Macri, los feminicidios y los asesinatos políticos que los han acompañado.
 En España , donde seis millones han abrazado y elogiado la huelga inundando las calles y plazas de cientos de ciudades: son la señal de que la apuesta de la huelga es una apuesta ganadora.
Las españolas quisimos bloquear el país, como lo hicieron las islandesas durante aquel memorable día de huelga de 1975, que marcó el primer paso de un largo camino que concluyó convirtiendo ese país en un modelo de paridad. Desde el 1° de enero, en Islandia, donde hasta hoy las mujeres ganaban 5,7% menos que los hombres, la paridad salarial es obligatoria y controlada por el Estado.
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 La huelga feminista ha creado condiciones para el protagonismo y la toma de palabra de diferentes sectores de la sociedad que se unen en la búsqueda de la transformación social y por la necesidad de manifestar el propio poder, porque miles de trabajadores y trabajadores, muchos millones en el mundo, han podido aprovechar la oportunidad de escapar colectivamente, aunque sea temporalmente, de la explotación diaria. 

En los Estados Unidos, las campañas como #timesup , #metoo y las luchas diarias por los salarios, contra el racismo y las deportaciones fueron el detonante de la huelga feminista, sacando a la luz el nexo estructural entre la violencia machista , el acoso en el trabajo y la explotación, entre el patriarcado y el capitalismo. Donde el Partido Demócrata busca hegemonizar las movilizaciones masivas contra Trump. La huelga feminista indica la conexión política entre aquellos que, viviendo a diario la violencia del patriarcado, el racismo y la explotación, aspiran a su protagonismo masivo para colocar una hipoteca radical en cada proceso institucional y político en el tiempo por venir.
 Las huelgas de profesores de West Virginia o de universidades en el Reino Unido no hubiesen tenido la misma importancia social y global sin la huelga feminista. Las protestas contra las políticas de diferentes gobiernos no habrían salido de sus fronteras nacionales sin el poder transnacional de la huelga feminista. Esto se confirma como un movimiento que vive entre el 8 de marzo y el otro y que va más allá de los límites de la organización militante, es decir, el espacio en el que las estructuras se convierten en movimiento, del mismo modo que el movimiento se convierte en una estructura política. Los nuevos significados, las diferentes esferas, los mil comportamientos que el feminismo se está fortaleciendo como en una legítima  lucha de clases.

La huelga feminista es un nuevo lenguaje que se aprende al practicarlo y con ella hemos cambiado las formas tradicionales de la huelga, posibilitando la palabra y el poder de las que buscan tenazmente una manera de oponerse a la violencia presente. Si la violencia masculina y de género es sistémica, sobre la que se construyen y mediante la cual se reproducen las relaciones globales de poder, entonces debemos reconocer que nuestra lucha es una lucha universal. Para ello no podemos consentir que los que practican y legitiman la violencia contra las mujeres, se permitan hablar en nuestro nombre. No debemos tolerar que tomen la palabra por nosotras porque nos volverán a silenciar.  

La huelga feminista es un reclamo inagotable de igualdad contra una sociedad global de violencia y explotación en la que vivimos.




sábado, 10 de marzo de 2018

Razones para ser feminista

¿Necesitas más razones?


Ana Orantes, el asesinato que salva nuestras vidas.

Las mujeres sólo avanzamos en derechos haciendo sacrificios humanos.
El 25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las tres hermanas Mirabal se encontraron en el fondo de un acantilado en la costa de la República Dominicana. Aquel acontecimiento, que fue vendido a la prensa como un trágico accidente por Trujillo , el dictador dominicano que dio la orden de acabar con ellas y contribuyó a despertar la conciencia entre la población, que culminó, seis meses después, con el asesinato del caudillo.
En honor a estas tres valientes hermanas asesinadas a garrotazos, que se habían convertido en auténticas heroínas de la lucha clandestina antitrujillista, se conmemora cada año en esta fecha el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1999, a propuesta de la República Dominicana con el apoyo de 60 países.
Nosotras también salimos a recordarlas y a contar nuestras muertas.  En este momento son casi mil. Tantas como víctimas de ETA pero nuestras muertas no abren telediarios.
Este año además hace 20 años del asesinato de Ana Orantes.
El 4 de diciembre de 1997 en un programa de televisión de máxima audiencia, decidió compartir su historia con todas nosotras.: 40 años de matrimonio con un maltratador con  el que padeció todo tipo de vejaciones, y no sólo ella: sus hijos e hijas  fueron testigos y víctimas de las crueldades su padre.
Dos semanas más tarde, como fue anunciando por todo el pueblo su exmarido, la golpeó, la dejó inconsciente, la ató a una silla, la roció de gasolina y la quemó viva delante de su hijo pequeño que llegaba del colegio. Este hijo intentó suicidarse tirándose por la ventana,  una de las hijas  se casó con  14 años huyendo de los abusos de su padre y fue sacando uno tras otro a sus hermanos y hermanas de la casa familiar en la que ninguno cumplió 20 años.
Su asesinato nos estremeció a todas.
Justo al comienzo del año siguiente el Defensor del Pueblo presentó un informe en el que decía que nunca se había tratado la violencia contra las mujeres porque ‘Históricamente ha  carecido de interés social y jurídico…’ La violencia siempre era de ‘puertas para adentro ‘en el lugar que la sociedad había destinado para nosotras: el interior de las casas’.
Ana  Orantes fue el sacrificio humano que las mujeres de este país hicimos para no morir todas. En realidad Ana se inmoló.
No tardaron en salir a la calle las asociaciones de mujeres denunciando la ineficacia del sistema judicial.
El sacrificio de Ana sirvió para que en 1999 se consolidara que la violencia contra la mujer ya no era un tema privado, sino público, modificándose por ello el Código penal, comenzando a establecerse Órdenes de Alejamiento y a contabilizarse las víctimas de manera oficial desde 2003.
Hasta la prensa empezó a cambiar la manera de tratar estas noticias: ya no son crímenes pasionales, son asesinatos de violencia de género.
Posteriormente se dictaron dos leyes específicas de protección a las mujeres:
La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género
Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
Ahora en 2017 no estamos mucho mejor y seguimos pagando con nuevos sacrificios:
Juana Rivas está luchando contra el sistema que en su incompetencia no ha legislado para proteger a los hijos de los padres maltratadores, que son extranjeros y se los llevan a sus países de origen.  Y cuando la madre lucha por sus hijos dejando en evidencia al Sistema judicial se utiliza contra ella uno de los insultos especialmente dedicados a las mujeres ‘Mala Madre’ y expone públicamente su vida para demostrar que no es la madre perfecta que la sociedad exige.
También estamos viviendo desde el asombro el juicio de la Manada: una chica es violada por 5 depredadores en un portal, algunos de ellos miembros de las fuerzas del orden que deberían protegernos y que se defienden acusando a la victima de hacer vida normal.
Ha rehecho su vida con normalidad: no habrá sido para tanto.
El sistema tiene otro rol para nosotras: el de víctima. Para rematarnos. Abusan de nosotras, nos violan y no tenemos derechos a remontar sino que debemos quedarnos en un rincón asustadas y  llorando.
Existe una gran preocupación en las defensas de estas víctimas por las sentencias que se dicten en estos dos casos porque sentarán precedentes, que si son negativos nos harán retroceder en el tiempo y en derechos.
También se ha firmado un Pacto de Estado contra la Violencia Machista, con presupuesto insuficiente y sin articulado.  Inoperante y vacío.
Mañana será el día del recuento. Muchas y muchos saldremos a las calles a reivindicar  por las que ya no están. Y es muy importante no dejar de reivindicar porque de no ser así tendremos que hacer otro sacrificio humano para seguir avanzando.







LLamamiento al Paro Internacional de Mujeres



Marbella Feminista el próximo 8 de Marzo se suma al llamamiento de  Paro de Mujeres convocado a nivel nacional por las fuerzas sindicales, partidos y en apoyo al movimiento feminista.

Más de la mitad de la población somos mano de obra barata en un sistema que fomenta la precarización del trabajo de la mujer, favorece la jornada a tiempo parcial, facilita el despido y nos condena  a unas pensiones miserables. El 79% de las pensiones no contributivas son cobradas por mujeres.
Denunciamos la discriminación que padecen las mujeres con discapacidad en  las que se ceba el desempleo, el machismo en los libros de textos, las custodias compartidas impuestas. Rechazamos el comercio de nuestro cuerpo a través de los vientres de alquiler y la prostitución, la falta de ayudas para la reinserción  de las mujeres maltratadas y los palos en la rueda que ralentizan el Pacto de Estado Contra la Violencia de Género.
Denunciamos la desigualdad de las relaciones, los mitos de amor romántico que secuestran nuestras voluntades,   la hipersexualización de  las niñas que garantiza al patriarcado su poder sobre nosotras y un  sistema judicial que solo castiga  el 4% del maltrato que padecemos.
Exigimos a los partidos políticos y sindicatos convocantes que esta reivindicación no quede en una efeméride y que trabajen a diario para que las mujeres tengamos salarios dignos, consigamos la conciliación entre la vida laboral y la familiar para no estar sometidas a las dobles y las triples jornadas, erradicar el acoso sexual en el trabajo y que podemos jubilarnos con  pensiones dignas.
Entendemos la convocatoria de huelga como la herramienta imprescindible en la lucha de clases que es el feminismo .Las reivindicaciones feministas son ideológicas y políticas por lo que debemos defenderlas en las calles y en las urnas.


Carmen Varo 
Presidenta Asociación Marbella Feminista



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