La Guerra no terminó el 39.
"Consideraron a las mujeres botín de guerra, cosificándolas, deshumanizándolas; convirtieron el cuerpo de las mujeres en un campo de batalla más, usándolo como medio y como mensaje. Para los varones vencidos, era el medio por el cual se les humillaba nuevamente tras la derrota. A las mujeres, vencidas o mujeres de los vencedores, el recuerdo del castigo sufrido por sus congéneres y el terror paralizante ante actos tan bárbaros les impediría en muchos años intentar romper de nuevo los estrechos límites de su confinamiento doméstico. Por lo demás, la eficacia del ritual es constatable: basta pensar cuántos años están haciendo falta para hacer públicos estos hechos y cuántos silencios y olvidos ha habido que vencer para ello."
Pura Sánchez
*Investigadora, autora de 'Individuas de dudosa moral'
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